viernes, 30 de septiembre de 2011

Tiwanacu - Un viaje en el tiempo a una civilización perdida

Tiwanacu se ubica a 70 km de la ciudad de La Paz, Bolivia, a una altura de 3885 m.s.n.m. y es un paso casi obligado para los turistas que visitan esta zona de Sudamérica. Se encuentra en pleno altiplano muy cerca del famoso lago Titicaca, es una de las culturas más antiguas de este continente (1500 A.C. a 1200 D.C.) y sus ruinas están llenas de incógnitas que dan pie a muchas hipótesis. Es por esto que mucho se ha hablado de esta cultura, pero en realidad es poco lo que se sabe a ciencia cierta, ya que no hay registros escritos y cuando los incas llegaron esta ya estaba en ruinas.
Tiwanacu está compuesto por un complejo de construcciones de carácter religioso administrativo, donde se han encontrado detalles y objetos muy llamativos e interesantes.
Maqueta de las ruinas de Tiwanacu. 1 Templete semi-subterráneo. 2 Templo de Kalasasaya. 3 Pirámide escalonada de Akapana. 4 Putuni.Añadi leyenda


Templo de Kalasasaya que significa piedras paradas. En realidad los nombres de las construcciones y objetos son posteriores y resaltan alguna característica de las mismas.

Es interesante notar cómo están alineados los templos y construcciones, lo que muestra un conocimiento de astronomía. El conocimiento de ingeniería fue también alto. Si visita la zona en época de lluvia verá como sus canales y botaguas siguen funcionando luego de miles de años con una pendiente adecuada. ¡Si por lo visto tenemos mucho que aprender de ellos, ya que nuestras obras no duran ni unos pocos años!
Templete semi-subterráneo
También se observan avances tecnológicos impresionantes para su época, tales como sus altavoces que demuestran un conocimiento de acústica equiparable al actual. Podemos imaginarnos a los líderes tiwanacotas dando sus discursos a su pueblo en estos aparatos que sin necesidad de energía eléctrica amplifican la voz mejor que muchos aparatos contemporáneos.
Detalle de un altavoz, parte interna
Rostros esculpidos en piedra
Detalle de un rostro
Detalle de otro rostro



















Otro aspecto impresionante es la diversidad de rostros esculpidos en piedra del templete semi-subterráneo, que indica la posibilidad de que en esa época se conocían ya diferentes etnias y culturas por las diferencias en rasgos que se aprecian, casi comparables a las diferencias que se ven ahora entre los turistas visitantes a este sitio. Es muy interesante ver también que los guías locales que son de la misma comunidad de Tiwanacu con un orgullo muy grande mencionan ser descendientes de esta cultura, al igual que el presidente actual de origen aymara y cuya posesión fue justamente allí, usando muchos elementos de esta cultura.


Pero, lo que más llama la atención son los grandes bloques de piedra que forman las ruinas y que fueron transportadas por medios desconocidos de lejanas canteras. Podemos imaginarnos diferentes medios, pero el problema se hace difícil si se toma en cuenta que al parecer desconocían la rueda. Entre estos aparecen grandes esculturas de piedra o monolitos bastante estilizados y carismáticos.
Entrada al Templo de Kalasasaya
Vista muro lateral del Templo de Kalasasaya
Muchos han estudiado la famosa puerta el sol. Es más, algunos afirman que esta representa un calendario muy diferente al actual en los que el año solar variaba bastante en su duración. Acá la imaginación de muchos autores da rienda suelta a muchas teorías y conexiones con continentes perdidos. Pero evidentemente los hechos muestran muchas interrogantes, por ejemplo la cantidad de sedimento que cubre las ruinas (se estima alrededor de 1.8 m aproximadamente) que no tiene aún una explicación y que algunos creen que esto sólo podría originarse en una catástrofe del tipo diluviana. Tomando en cuenta que aproximadamente sólo un 10% de las ruinas han sido desenterradas podemos imaginarnos que aún existen muchas llaves al pasado en el sitio y que con el tiempo se van a ir develando.
Escaleras laterales

Puerta del Sol
Monolito Ponce
Monolito Fraile
Piramide escalonada de Akapana

Mientras tanto, solo queda dar rienda suelta a nuestra imaginación y si Ud. quiere a la de otros...

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